Mercado inmobiliario belga
Una vez realizadas las búsquedas, el notario redacta una escritura pública en la que se recogen el contrato de compraventa y los resultados de las búsquedas. Reúne a las partes para “concluir” (leer y firmar) la escritura. A continuación, el notario inscribe la escritura en el registro. También se encarga de que se transcriba una copia de la escritura para el registro hipotecario del distrito en el que está situada la vivienda. Esta transcripción permite oponer la escritura a terceros. Por tanto, los acreedores del vendedor ya no podrán embargar la vivienda vendida.
Inmobiliarias en bélgica
¿Le acaban de aprobar una hipoteca? ¡Enhorabuena! Sin embargo, aún queda una última cosa por hacer antes de que su préstamo se haga oficial: concertar una cita con un notario. Según el Código Civil de Quebec, las hipotecas sobre bienes inmuebles, como casas o terrenos, deben formalizarse mediante acta notarial. No se trata sólo de una cuestión de procedimiento: una hipoteca que no cumpla esta norma no es válida.
Los notarios son funcionarios públicos y, por tanto, imparciales. No trabajan para su entidad financiera ni para su agente. Su trabajo consiste en explicarle claramente las distintas cláusulas de su hipoteca y verificar que cumple lo dispuesto por la ley.
Sin embargo, si alguna vez quiere refinanciar su hipoteca para obtener un préstamo sobre su propiedad, tendrá que concertar otra cita con el notario, lo que le supondrá ciertos gastos. Entre otras cosas, tendrá que pagar los honorarios del notario y los gastos de publicación de la escritura en el Registro de la Propiedad.
Las hipotecas paraguas, o hipotecas colaterales, siguen ganando popularidad en Quebec. A diferencia de una hipoteca convencional, una hipoteca paraguas cubre la deuda sobre su propiedad, así como otras deudas actuales y futuras que pueda contraer con su entidad financiera, como las deudas relacionadas con una tarjeta de crédito o una línea de crédito.
Tipos de casas en bélgica
La mayoría de las personas que deciden comprar una vivienda necesitan solicitar un préstamo hipotecario a una entidad financiera para poder hacer frente al pago. El primer paso que hay que dar, por tanto, es informarse bien de las ofertas existentes y de las obligaciones que se contraen.
Como el banco o caja de ahorros dispone de una garantía especialmente eficaz, que es el bien hipotecado, puede conceder el préstamo a un plazo más largo y a un tipo de interés más ventajoso que en el caso de un préstamo personal.
No es la única forma de garantía posible. A menudo, la entidad financiera exige, además de la hipoteca, una garantía constituida por una o varias personas en apoyo del deudor, que se comprometen a efectuar los pagos si éste no lo hace.
Responsabilidad universal: Hay que recordar que el deudor que suscribe el préstamo responde con todos sus bienes presentes y futuros del pago del préstamo hipotecario. Si con la venta del bien hipotecado no se consigue lo suficiente para cubrir la deuda, los bancos que concedieron el préstamo exigirán al deudor que haga frente al pago con cualquier otro bien que posea en ese momento o en el futuro.
Bélgica compra y venta
Los consumidores pueden reclamar los gastos de gestoría, notaría, AJD o registro de algunas hipotecas. Todavía estás a tiempo de saber si te has visto afectado por el cobro de cláusulas abusivas y cómo reclamar los gastos a tu banco.
La primera legislación que aborda el conflicto provocado por los gastos de formalización de una hipoteca la encontramos en la sentencia del Tribunal Supremo de diciembre de 2015. Esta sentencia fue la primera en declarar nulas, al considerarlas abusivas, algunas de las cláusulas impuestas por los bancos en la constitución de estos préstamos, en concreto las que hacían correr al prestatario con todos los gastos de constitución de una hipoteca.
En marzo de 2019, la nueva ley hipotecaria incrementó la protección de los consumidores al establecer medidas como la mejora en la transparencia de los contratos hipotecarios, pero también determina la cuestión del reparto de gastos en la formalización de una hipoteca. Así, establece que los gastos de carácter fiscal, los aranceles notariales de la escritura, los de inscripción en el Registro y los de gestión correrán siempre a cargo del banco, mientras que los gastos de tasación correrán a cargo del prestatario (y los de las copias notariales que solicite).