Introducción a Notarios y Registradores
En España, los notarios y los registradores son profesiones de gran importancia tanto en el sector legal como en el inmobiliario. El trabajo de estas dos figuras es esencial para proteger los derechos de los ciudadanos y garantizar la seguridad jurídica en las transacciones.
Los Notarios
Un notario es un profesional del derecho que tiene la función de dar fe de los hechos y las manifestaciones de voluntad de las personas, a través de la redacción y autorización de documentos públicos notariales.
Funciones de un Notario
- Dar fe pública: El notario tiene la facultad de dar fe pública de los actos y contratos que se formalizan en su presencia.
- Asesoría: El notario debe asesorar a las partes y garantizar que estén debidamente informadas antes de firmar un contrato.
- Conservación de los documentos: El notario es responsable de la conservación de los documentos originales que ha autorizado.
Los Registradores
Un registrador es un profesional del derecho que tiene la función de inscribir en el Registro de la Propiedad las situaciones jurídicas que afectan a la propiedad y otros derechos sobre bienes inmuebles.
Funciones de un Registrador
- Inscripción: El registrador es responsable de la inscripción, anotación y cancelación de los derechos sobre los bienes inmuebles.
- Calificación registral: El registrador tiene la facultad de calificar los documentos presentados a inscripción, para verificar si cumplen con la legalidad.
- Publicidad registral: El registrador debe facilitar información a cualquier persona que lo solicite sobre la situación registral de los inmuebles.
Diferencias entre Notarios y Registradores
Aunque ambas figuras puedan parecer similares, hay una serie de diferencias fundamentales en cuanto a sus funciones y responsabilidades. Algunas de las principales diferencias son:
- Función pública: El notario tiene la función de dar fe de los hechos, mientras que el registrador tiene la función de inscribir derechos.
- Intervención previa o posterior: El notario interviene previamente a la realización del contrato, mientras que el registrador interviene posteriormente, una vez que el contrato ya se ha realizado.
- Naturaleza de los documentos que manejan: El notario se encarga de los documentos notariales, mientras que el registrador se ocupa de los asientos registrales.
Conclusión
Entender el papel del notario y del registrador es esencial para asegurar una correcta y segura transacción inmobiliaria. Por tanto, si vas a comprar o vender una propiedad, asegúrate de contar con el asesoramiento adecuado.