Resumiendo el Alzheimer
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que impacta principalmente a las personas mayores, afectando su capacidad para recordar eventos, reconocer a las personas y ejecutar tareas diarias complejas. Con el tiempo, esto puede afectar la capacidad de una persona para tomar decisiones bien fundamentadas.
Poderes y capacidad
Los poderes son documentos legales que permiten a una persona (conocida como el otorgante) designar a otra (conocida como el apoderado) para tomar decisiones en su nombre. Esto puede implicar la toma de decisiones personales, financieras y de atención médica.
Capacidad para Emitir un Poder
Para emitir un poder, una persona debe ser capaz de entender el propósito y las efectos de este, y qué podría suceder si no tuviera uno. Por lo tanto, una persona con Alzheimer avanzado puede no tener la capacidad necesaria para otorgar un poder.
Poderes y Alzheimer
Una persona que ha sido diagnosticada con Alzheimer puede seguir teniendo la capacidad de firmar un poder, especialmente durante las primeras etapas de la enfermedad. Sin embargo, habrá un punto en el avance de la enfermedad en el que la persona no tendrá la suficiente capacidad mental para hacerlo.
El papel del notario
El notario juega un papel muy importante en este escenario. Su obligación es asegurarse de que la persona que otorga el poder comprenda los efectos y consecuencias de este acto. Si la persona con Alzheimer ya ha perdido la capacidad para comprender esto, el notario no puede legalmente ayudar a la persona a otorgar el poder.
Validación del Poder
El notario debe conversar con la persona que otorga el poder para asegurarse de que comprenda lo que está haciendo. Puede implicar hacer preguntas para evaluar la capacidad de la persona de entender la situación.
Listado de consideraciones importantes
- Valorar las etapas de la enfermedad: durante las primeras etapas del Alzheimer, el individuo puede ser perfectamente capaz de entender lo que significa firmar un poder y puede hacerlo sin problema. Sin embargo, es fundamental que un profesional de la salud mental evalúe la capacidad de la persona para tomar decisiones.
- Asistencia legal: puede ser útil buscar asesoramiento legal para entender el proceso y garantizar que se tomen las decisiones correctas.
- Intervención de un tercero neutral: en algunos casos, puede ser necesario que un tercero neutral evalúe la capacidad de la persona para hacer un poder.
Conclusión
En última instancia, si una persona ha sido diagnosticada con Alzheimer, es de vital importancia que se maneje este asunto con sumo cuidado y se consulte con profesionales para garantizar que se tomen las decisiones correctas para proteger los derechos e intereses de la persona enferma.